Chica gato

Cuando la chica gato sale por la ventana de su habitación, el aire de la noche corre a darle la bienvenida. Sus pies apenas tocan las tejas sobre las que corre. Es como si flotase.

Se detiene justo al llegar al borde de una cornisa para mirar la luna, escondida tras un manto de nubes, en cuarto creciente. Sus ojos, marrones, verdes y rojos, brillan en la noche. Nadie ve su figura plegarse sobre sí misma antes de volver a ocultarse en la seguridad del supramundo.

 

Abajo está todo lo demás, dentro de su habitación. Allí dejó las inseguridades y los miedos, durmiendo en la cama. Después grabó en el espejo su última duda con una simple mirada y salió a perderse en los tejados.

 El verano da una tregua a los miles de habitantes de la ciudad y deja que el viento corra, levemente frío, aunque todavía con el olor del calor, el sudor y la piel pegado a la esencia misma del aire. Las aletas de su nariz se hinchan en un par de rápidas inspiraciones y se llena el pecho de mundo, sueños y camas en las que una sábana tapa con delicadeza cuerpos desnudos.

Salta sobre el vació y se siente ligera, como si nada pudiera salir mal. Sonríe al pensar en lo mucho que le cuesta caminar por la calle, cuando sólo es chica y no tiene nada de gato. Entonces teme caerse en cualquier momento, perder el pie de apoyo y venirse abajo.

No hay luz contra la que recortar su figura. Es sólo una sombra más deslizándose en la oscuridad. Nadie puede ver cómo vuela sobre los tejados y eso hace que sienta a salvo.

Cuando llega a la casa de él, la luz sale tímidamente por la ventana de la habitación para iluminar un poquito de calle. Desde la distancia, escoge el punto más oscuro de la terraza y lo ocupa rápidamente, con un susurro como único compañero de viaje. Posada en la barandilla, con las piernas plegadas contra el pecho y los brazos cruzados sobre las rodillas, mantiene un equilibrio suicida mientras observa, a cuatro pisos de distancia del resto del mundo.

Le ve leer en la cama, de espaldas a la ventana, rodeado de la calidez que le aporta un pequeño flexo situado sobre la mesilla de noche. Tumbado en la cama, con la pierna derecha cruzada sobre la izquierda. Deseando cambiar de postura desde hace casi treinta minutos, pero atrapado por las letras. Ella inclina su cabeza a la derecha y ni siquiera sus oídos llegan a escuchar el suave ronroneo que se escapa de su garganta. Le mira, imaginando su cara, sin verla, y lee con él. Cuando pasa página, el crujido de la hoja llega fresco y vivo hasta ella a través de la ventana, abierta de par en par para abrazar la corriente nocturna.

La chica gato se siente parte del aire y corre con él al interior, sin pisar una sola baldosa de la terraza ni abandonar su barandilla. Sólo cierra los ojos y deja que el aire arrastre su alma. Choca con la pared, rebota en un furioso movimiento circular dentro del cuarto y apenas consigue mantener el control un solo segundo. Es todo el tiempo que necesita para verle, tan concentrado en la lectura, y dejar un fantasmagórico beso en su frente.

El viento vuelve a sacarla de la habitación y, sólo con abrir los párpados, regresa a su propio cuerpo. Endereza la cabeza y espera a que pase una página más. Sólo una página más. El papel vuelve a gritar y su cuerpo se estremece de nostalgia.

Sus ojos abandonan la calidad luz del flexo y ella desaparece en la fría oscuridad de la noche.

Nadie ve a la chica gato danzar entre los tejados.

9 respuestas to “Chica gato”

  1. Fantástico 😀

  2. Eiruceiram Says:

    Me encantóoooooooooooo!!!!!!!

  3. silvio11 Says:

    Jeje, sois mis irreductible galas.

    El mérito es, sobre todo, de la canción y del dibujo de Patri.

  4. laMari Says:

    La canción es perfecta, el dibujo también. Sigue escribiendo, que se te nota especialmente inspirado!

    Propuestas musicales: «The XX»

  5. Eiruceiram Says:

    BRONCA: «Explícame, que está pasando????, llevas normalmente una media de 3 post semanales, y la anterior sólo hay 2. Que el resto de personas estén de juerga, vacaciones,…. y no aparezcan, no es escusa para no escribir, te debes a los que siempre entramos».jejejeje (es broma). Escribe cuando te apetezca. Es divertido esto de regañar…

    PD: Y estoy esperando el post de Marruecos!!!!!! jejeje

    • silvio11 Says:

      Lo siento Marie, las musas andan tocapelotas y, con esto del verano, hay más gente de vacaiones y más trabajo para los que no lo estamos… Bueno, como si esto último fuese un obstáculo de verdad.

      Las musas, las musas, que no aparecen. De todas formas, ayuda mucho que alguien te diga que tiene ganas de leer algo, aunque espero que no andamos exigentes.

  6. Atenea Says:

    Guau!! aunque debería decir miau… Era obligado comentar este post gatuno. Se lo enseñaré a Coco, a ver qué opina… -no le guardes rencor, que intentara arrancarte el brazo no significa que le caigas mal… es que es adicto a los bocaos…-

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