Pintado en negro

Pintaré de negro el mar

y, sin tu nombre en mis palabras,

pintaré de negro el viento.

Pintaré de noche el día en tu recuerdo

y, también en tu memoria,

de un negro azabache mis sueños.

Pintaré de negro tu ausencia

y aún ausente,

seguirás tú pintando de negro

la sonrisa que se muere sin tus ojos,

sin tu olor,

sin tu alegría y nuestros juegos.

Pintaré el amanecer en tonos densos

de negro tristeza y negro desierto,

del negro ese del ya no te tengo

y el negro cercano del siempre te quiero,

del negro de aún no te has ido

y el negro del odio sentirte tan lejos,

del negro de quiero tocarte

y el negro de nada besando mis dedos.

Pintaré de negro mi cuerpo

para no poder ver mi reflejo

y fundirme en las sombras

como se fundían tus besos

con la piel y con el miedo,

con la soledad y el silencio

prendiendo la llama,

reanimando mi cuerpo

y haciéndome andar

aunque quisiera estar muerto.

Pintaré de negro el mundo

y después,

obligado por el amor que te profeso,

rascaré llorando ese negro

de los árboles, de la gente,

de los abrazos y del suelo,

para poder ver cómo flotan las nubes

y cómo va corriendo el tiempo.

Hasta que un día muerda tu nombre

y con él muerda también el cielo,

abrazándome al calor

que me inspirará tu aliento.

3 respuestas to “Pintado en negro”

  1. Eiruceiram Says:

    Impresionante!!!!!!!!!!!!

  2. Espectacular.

    A mí me gusta pintar de negro, ¿pasa algo?

  3. Jennac Says:

    Hermoso!!!!

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